La
Conducta es un resultado de la personalidad, es el reflejo de aquella. Por lo tanto, no nos queda más que reconocer
que a través de nuestro comportamiento, las demás personas analizan y conocen
nuestra personalidad.
Existen dos
clasificaciones de la conducta: Motivada o Inducida y Frustrada o Instigada.
A continuación un pequeño listado para que pueda
reflexionar al respecto.
CONDUCTA MOTIVADA
- Orientada a
un objetivo determinado
- El
aprendizaje es diario y tiende al desarrollo
de la madurez
y de la personalidad
- Tensión reducida al alcanzar el objetivo
- El castigo disuade la acción de culpa y mejora
la conducta
- Ante el obstáculo se elastiza y abre
- Es dinámica y progresiva
- Es colaboradora y solidaria
- Es sociable y comunicativa
- Es pacífica
CONDUCTA
FRUSTRADA
- No dirigida, sin rumbo
- El aprendizaje se bloquea, se fija e inutiliza
- Tensión incrementada al no encontrar objetivo ni
salida lógica
- El castigo agrava la frustración y
deteriora más la personalidad
- Se bloquea y pierde toda iniciativa
- Es estática, rígida y reaccionaria
- Es egoísta
- Es aislada e insegura
- Es Violenta
El carácter es el “hijo” de la personalidad y
la conducta. Pudiendo llegar a ser
nuestro peor enemigo. En primera
instancia, porque le echamos la culpa a él de todas nuestras actitudes, para
disculpar nuestros infantilismos, frustraciones, incomodidades y
falencias. Cuándo nos ufanamos
contestando “ese es mi carácter”, ¿qué quiere que haga?” Estamos cayendo en el
ridículo. La respuesta lógica es; que lo
eduque, lo cambie, lo modere y lo vuelva racional. Eso es todo. . . vaya hágalo y regrese, Gracias.
La incomodidad psicológica es ese
“algo” desagradable que llevamos dentro.
Esa percepción de que “nuestra casa está llena de fantasmas” como dijo
Thomas Mann. Y como cada una de esas
culpas y/o fantasmas son unos más horrorosos que otros, pues los vamos
acumulando y acumulando hasta que ellos comienzan a ser más poderosos que
nosotros y a enviarnos mensajes subliminales, visiones, pesadillas y otros que
nos van ocasionando tensiones extremas, nerviosismos y el tan común y mortífero
stress. Que es el nombre que le han dado
recientemente los científicos a la incomodidad psicológica.
Sin embargo, no todo está
perdido. En este planeta todo es
modificable y si usted modifica su criterio, modifica su personalidad, su
conducta y su carácter. Para empezar,
existen tres pequeñas fórmulas: 1ª.
Cuente 1- 2 - 3. . .10 antes de pensar, antes de contestar, antes de
gritar, de vociferar, de golpear, de condenar, de odiar y 2ª. Haga con los demás
todo aquello que quiere que le hagan a usted, 3ª Aplique la fórmula de soltar.
Fraternalmente,
Jorge Enrique
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