viernes, 16 de septiembre de 2016

REINGENIERÍA HUMANA

Esperamos que estas cortas reflexiones, ayuden a los lectores a verse en el espejo de su consciencia, y, puedan modificar actitudes que hoy, están cerrando puertas importantes para su futuro...


Tal vez la peor de todas las emociones emanadas por el hombre, es el pesimismo y la peor actitud la transferencia. 

El Pesimismo es una carga negativa que pesa sobre nuestros sentimientos, pensamientos y actitudes, impidiéndonos desarrollar cualquier actividad con el dinamismo necesario como para triunfar en el empeño.

Es importante tener en cuenta el principio del magnetismo donde “lo afín atrae a lo a afín”. Por lo tanto esa “carga” de pesimismo no es otra cosa que negativismo puro, que a su vez está atrayendo sobre nosotros todo el  negativismo y pesimismo que haya a nuestro alrededor.  Convirtiéndonos en “víctimas de nuestro propio invento”  Tengamos siempre presente la frase de Hemerson “El hombre es lo que piensa”  De esto se desprende que: Para cambiar el mundo, debemos de cambiar nosotros primero.   

El principio de transferencia no es otro que el “echarle la culpa” o, reflejar sobre otra persona y/u objeto de los acontecimientos que se han generado por una actitud, pensamiento o expresión nuestra; lo cuál es inmadurez.   Posiblemente al transferir determinado conflicto a otra persona y/o elemento, nos haga quedar bien en el momento; sin embargo recordemos que el reto ha sido, es y será, con nosotros mismos.  Para cambiar el mundo o lo que no nos gusta de él, tenemos que cambiar nuestra mentalidad.  Aceptemos nuestros errores y aprendamos a corregirlos.  Es la única manera de dejar de ser criticados por los demás y de sentirnos mal con nosotros mismos. 

Muchos de nosotros vivimos en un mundo completamente apartado de la realidad.  Un mundo de fantasías.  Como si viviéramos en un sueño, sistemáticamente, nos negamos a ver y aceptar que las cosas suceden de una manera diferente a la que nosotros pretendemos o creemos.  Sabemos que las soluciones están siempre dentro de nosotros mismos; pero, siempre las vamos a buscar a otra parte. Si tenemos un problema, queremos que los demás no se enteren y queriendo esconderlo, damos por hecho que los demás no se darán cuenta de nuestro sufrimiento y, tratando de disimularlo, hacemos aún más notorio aquello que pretendemos esconder. Es tiempo de aceptar que las ilusiones, son las causantes de las desilusiones.  Y que en  el mundo real es donde encontramos verdaderamente la solución de todos nuestros problemas. 

Apliquemos sin restricciones el “Aquí y Ahora”, contemplando el nuevo amanecer en nuestras vidas. Amanecer que reflejará luz en las vidas de nuestros seres queridos y de quienes nos rodean, generando un efecto de paz, armonía y tranquilidad, nunca antes vistos.

Igualmente  la Fijación, es uno de los hijos de la inmadurez.   El considerar que solamente lo que nosotros creemos, conocemos y aplicamos es la verdad; es un gran equívoco.   La Fijación es un clisé, no una realidad.  Por lo tanto el hombre maduro debe fijarse metas y luchar por alcanzarlas.  Pero desde ningún punto de vista es aceptable pretender que el sitial que alcanzó hasta ahora, las ideas y conocimientos que posee, y la madurez alcanzada en hasta el momento son la única e invariable realidad.  Es importante recordar aquí una de las Leyes Universales “En el Universo, nada es estático; todo cambia, todo se modifica”.                   

“Mirar hacia el futuro es afán de progresar; observar el pasado, es detenerse en el presente"

Fraternalmente,

Jorge Enrique



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