Desde hace una muy buena cantidad de años, que han
completado unos cuantos siglos, la humanidad ávida de luz; de una luz que pueda
iluminarlos por dentro permitiéndoles decodificar sus improntas celestiales,
han seguido a aquellos que de una u otra manera les puedan señalar el camino,
enseñar las oraciones precisas y los mantras activadores
Maravillada, ha repetido, escrito en los muros,
grabado en piedra, llevado hasta los confines de las ciudades, enseñado a sus
hijos e hijas, las palabras sabias de Rama “El cielo es mi Padre él me ha
engendrado. “Tengo por familia todo este acompañamiento celeste. Mi Madre es la
gran Tierra. La parte más alta de su superficie es su matriz; allí el Padre
fecunda el seno de aquella, que es su esposa y su hija” Cantaba el poeta Védico. Miles de gargantas
repetían su verso.
Krishna en la india por su parte recitaba: ”El que crea sin cesar los mundos, es
triple. Es el Brahma, el Padre, él es
Maya la Madre; él es Vishnú, el hijo; Esencia
Substancia y Vida. Cada uno contiene a los otros dos, y los tres son uno
en lo inefable” Lo siguieron
multitudes que promulgaron sus principios y sus palabras por doquiera, murió
atravesado por las flechas de Kansa al lado de su cedro favorito. No todo fue en vano, se creó el brahmanismo y
se escribió el Bhagavadgîta.
En Egipto Hermes hizo historia. Los principios herméticos y las ciencias del
mismo nombre son obra suya. “Escuchad en
vosotros mismos y mirad en el infinito del espacio y del tiempo. Allí se oye el canto de los astros, la voz de
los números, la armonía de las esferas” En
su nombre y con sus enseñanzas se fundó la escuela Egipcia de la rosa y la cruz
hoy Rosacruz en sus ramas europea y norteamericana. Sus enseñanzas han llenado
libros y libros. Sus leyes son repetidas
hasta hoy en todas las escuelas iniciáticas.
Moisés.
Cualquiera diría que todo lo referente a él está escrito en la
biblia. Nada menos cierto, casi nadie
conoce su carrera iniciática y pocos que los libros recibidos por el en el
monte Sinaí, contenían un código que sólo los ordenadores del siglo XX han
podido descifrar. Es decir que aquellos
estaban escritos para nosotros. Sólo que
nosotros sabemos más de los componentes de la coca cola, que a lo que me
refiero.
Orfeo, por su parte en la gracia prehistórica sentó el
precedente metafísico, que años después retomara Pitágoras. Dio su vida por sus principios atravesado por
la espada de Aglaonice, mientras gritaba “Yo
muero, más los dioses viven”
Pitágoras, rescatando la tradición orféica, crea su
templo en cuyo portal la arquitectura revelaba la Tétrada sagrada. Esnseña, forma e inicia cientos de personas
que le siguen, miles recitan, promulgan sus enseñanzas pero; muere quemado por
la turba amotinada contra aquel del que recitaban sus preceptos. En compañía con sus 40 principales iniciados
dio la vida por sus enseñanzas espirituales.
Sin embargo ¡vaya paradoja! Se le recuerda como matemático y punto.
Platòn sigue sus huellas, tomando el mando de la orden
fundada por su maestro nada más fácil hoy que encontrar las doctrinas de Platón
y vislumbrar las fuentes de donde había bebido, sus enseñanzas llenas páginas
de libros y se usan como frases coloquiales.
Habiendo un exponente de la Verdad espiritual, se le recuerda como
“Filósofo”.
¿Qué decir de Jesús el Cristo? “Ríos” de tinta han corrido en la
imprentas. Sus enseñanzas y parábolas
repetidas hasta el cansancio, esculpidas en piedra. Han sido utilizadas para
dopar el cerebro de las ovejas que, para evitar usar su raciocinio, colocan su
espiritualidad en manos de terceros.
Millones de biblias nos hablan de sus “evangelios” pero en ninguno de
aquellos, figuran las enseñanzas Esenias y el método de oración utilizados por
Él y por aquellos. Se le venera como cadáver más que como vencedor de la
muerte.
La raza aria por su parte ha venerado a Zoroastro. Sus
palabras, sus visiones, sus ejemplos les llevaron a mal interpretar aquello de
la “raza superior y perfecta”. Para
entender aquello, tendríamos que retroceder en la historia hasta la
civilización sumeria y sumergirnos en ella, pero; sería demasiado aburrido
supongo.
Buda y sus ocho pasos cobraron una actualidad total en
el Asía por donde quiera que recorrió los caminos de aquel continente, le
siguieron y miles de discípulos repetían y repiten sin cesar sus cuatro
verdades esenciales, pero Asia sigue sumida en la desesperanza de la anarquía y
la imposición revolucionaria armamentista. Las premisas políticas de Mao han
sido más practicadas que las de Buda, y, eso lo sabemos todos.
En definitiva… ¿Qué ha ganado la humanidad con
esculpir, admirar, escribir, repetir, saberse de memoria las enseñanzas de
todos estos grandes maestros? ¿Qué hemos
ganado? ¿Cuánto ha cambiado la humanidad? ¿Cuántos Gandhi, hombres y mujeres ejemplares
han generado las religiones a lo largo de los tiempos? Todo ha sido convertido
en eso… Religión, admiración, repetición y en el momento de los hechos, la
¡Antítesis de lo afirmado!
Los invito a despertar, a obrar antes de decir,
escribir, copiar y pegar, a convertirse
en el vivo ejemplo de sus palabras y máximas. Entonces, ¡solo entonces! La
letra muerta cobrará vida y nos proporcionará la Luz Eterna.
Fraternalmente,
Jorge Enrique
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