sábado, 17 de septiembre de 2016

LA IMÁGEN DEL LÍDER



La imagen personal es nuestra carta de presentación. Refleja la manera en que queremos relacionarnos con el mundo y con los demás.
 

 Cuando hablamos de Imagen personal, no nos referimos solo a la vestimenta, aunque cuenta mucho respecto a usted.  Si viste como payaso, mamarracho, o presume de la marca y el costo de su vestimenta, será muy difícil ganarse el respeto de su equipo. También existe algo mucho más amplio que incluye también la postura, los movimientos, los rasgos físicos, la manera de caminar, la mirada, la risa, el tono de voz, la higiene, la cortesía, la educación, etc.  Es decir, es una forma de ser y actuar y cada persona tiene la suya. Allí hace énfasis la famosa frase de que... “La primera impresión es la que cuenta”.

Es de vital importancia tener en cuenta que uno de los factores más importantes de la imagen de un individuo es su educación y cultura.  En la medida que usted hace uso del lenguaje soez, de piruetas y gestos desmedidos, en la misma proporción, su imagen se desvirtúa ante los miembros de su equipo.  Igualmente las acostumbradas conversaciones sobre su intimidad, sexualidad, bravuconadas y demás, generan motivos de ridiculización y burla entre su personal y todo lo que haya conquistado en ellos, se desplomará irremediablemente.  Tomando esto en cuenta, veremos que el principal método de mantener la integridad de su imagen es la ecuanimidad; si se apoya en ella o la mantiene como aliada, estará transitando con seguridad su camino al liderazgo óptimo sin lugar a dudas.     

El Comportamiento de un líder.-
El comportamiento humano es el conjunto de actos exhibidos por el ser humano y determinados por la cultura, las actitudes, las emociones, los valores de la persona y los valores culturales, la ética, el ejercicio de la autoridad, la relación, la persuasión, la coerción y/o la genética.  Sin embargo el líder tendrá que tener un alto sentido de Inteligencia Emocional, ya que la capacidad de relación está fuertemente vinculada a aquella.  Para poder comprender cuanto ella implica en su imagen y calidad de sus relaciones, desarrollaremos sucintamente los componentes de la Inteligencia Emocional:

Seguridad y conocimiento de sí mismo.-  La base de un buen liderazgo estriba en la capacidad de conocerse a uno mismo, de saber cuáles son sus puntos fuertes y sus debilidades, para echar mano a los primeros y convertir en fortalezas las segundas. Se trata de obtener una mezcla de humildad y confianza en su propia capacidad, que le dispone a admitir sus errores y la habilidad para valorar como mejorar su actuación.

Integridad.-  Uno de los comportamientos más necesarios en un líder consiste en actuar con integridad.  Esto incluye ser honesto, pero también establecer una relación de confianza con todos los miembros de su equipo sin distingos de ninguna naturaleza.  De lo contrario no podrá dirigir a su



equipo. La integridad implica; cumplimiento de promesas. Honestidad, sinceridad, frontalidad y lealtad.  Esto implica pensar bien antes de actuar, decir u ofrecer algo por nimio que sea a cualquiera de los miembros de su equipo.

Entusiasmo y empuje.-  ¿Podría imaginar un líder que no sea entusiasta? El entusiasmo es una fuente de motivación para las personas que componen su equipo. El entusiasmo implica además interés por realizar una operación determinada y la esperanza firme de que se realice a ¡la perfección! Un líder ha de saber tener una disposición positiva aun cuando las cosas vayan mal, de forma que demuestre que cualquier problema se puede superar. Esto llevara a su equipo por encima de los estándares de la mediocridad, conduciéndolos a la ¡excelencia! 

Empatía.-  Los líderes eficaces se interesan de verdad por los miembros de su equipo, tratan de comprenderlos y se preocupan por sus problemas profesionales y personales.  Desean que su personal se desarrolle tanto personal, como profesionalmente.  Constantemente preguntan si alguno de los miembros bajo su cargo necesita ayuda.

Habilidad social.-  Es importante aplicar este principio entre el grupo y desarrollar rápidamente un contacto eficiente con todos y cada uno de los miembros de su equipo, en iguales condiciones y proporciones.  Al darse el tiempo para conocer verdaderamente a su personal, podrá crear vínculos reales basados en aspectos comunes, que redundan en eficacia en la solución de conflictos y en resolver problemas tanto a corto como a largo plazo.

Experiencia personal.-  La experiencia es la madre del éxito, por tanto, es de vital importancia que la adquiera dirigiéndose a usted mismo y asegurarse de que cumple con lo acordado en cuanto a disciplina, horarios, expresiones, dominio emocional, aplicación de los principios de la inteligencia emocional, antes de intentar dirigir a un grupo.  Una vez empiece, no dude en manifestar su inexperiencia en algunos puntos y logrará que su mismo equipo lo forme y participe sus experiencias, ayudándolo a formar como líder.  Todo depende de la aplicación de los puntos anteriores. 

Por último: El Ejemplo.-  Si usted carece de cualquiera de estos principios, pasa por alto su aplicación o duda de la efectividad de ellos, estará predicando lo que no aplica  y será fácilmente el hazmerreír de su equipo y, tenga en cuenta que,  una vez perdida la confianza o el respeto… ¡Nunca los recuperará con ese grupo de personas, que siempre hablarán mal de usted!

Recuerde que la aplicación de un principio diariamente, crea disciplina; la disciplina genera el automatismo y aquel … ¡La Maestría! 

Fraternalmente,

Jorge Enrique

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