La imagen personal es nuestra carta
de presentación. Refleja la manera en que queremos relacionarnos con el mundo y
con los demás.
Cuando hablamos de Imagen personal,
no nos referimos solo a la vestimenta, aunque cuenta mucho respecto a usted. Si viste como payaso, mamarracho, o presume
de la marca y el costo de su vestimenta, será muy difícil ganarse el respeto de
su equipo. También existe algo mucho más amplio que incluye también la postura,
los movimientos, los rasgos físicos, la manera de caminar, la mirada, la risa,
el tono de voz, la higiene, la cortesía, la educación, etc. Es decir, es una forma de ser y actuar y cada
persona tiene la suya. Allí hace énfasis la famosa frase de que... “La primera
impresión es la que cuenta”.
Es de vital importancia tener en
cuenta que uno de los factores más importantes de la imagen de un individuo es
su educación y cultura. En la medida que
usted hace uso del lenguaje soez, de piruetas y gestos desmedidos, en la misma
proporción, su imagen se desvirtúa ante los miembros de su equipo. Igualmente las acostumbradas conversaciones
sobre su intimidad, sexualidad, bravuconadas y demás, generan motivos de
ridiculización y burla entre su personal y todo lo que haya conquistado en
ellos, se desplomará irremediablemente.
Tomando esto en cuenta, veremos que el principal método de mantener la
integridad de su imagen es la ecuanimidad; si se apoya en ella o la mantiene
como aliada, estará transitando con seguridad su camino al liderazgo óptimo sin
lugar a dudas.
El Comportamiento de
un líder.-
El comportamiento humano es el
conjunto de actos exhibidos por el ser humano y determinados por la cultura,
las actitudes, las emociones, los valores de la persona y los valores
culturales, la ética, el ejercicio de la autoridad, la relación, la persuasión,
la coerción y/o la genética. Sin embargo
el líder tendrá que tener un alto sentido de Inteligencia Emocional, ya que la
capacidad de relación está fuertemente vinculada a aquella. Para poder comprender cuanto ella implica en
su imagen y calidad de sus relaciones, desarrollaremos sucintamente los
componentes de la Inteligencia Emocional:
Seguridad
y conocimiento de sí mismo.- La base de
un buen liderazgo estriba en la capacidad de conocerse a uno mismo, de saber cuáles
son sus puntos fuertes y sus debilidades, para echar mano a los primeros y
convertir en fortalezas las segundas. Se trata de obtener una mezcla de
humildad y confianza en su propia capacidad, que le dispone a admitir sus
errores y la habilidad para valorar como mejorar su actuación.
Integridad.- Uno de los comportamientos más
necesarios en un líder consiste en actuar con integridad. Esto incluye ser honesto, pero también
establecer una relación de confianza con todos los miembros de su equipo sin distingos
de ninguna naturaleza. De lo contrario
no podrá dirigir a su
equipo. La integridad implica;
cumplimiento de promesas. Honestidad, sinceridad, frontalidad y lealtad. Esto implica pensar bien antes de actuar,
decir u ofrecer algo por nimio que sea a cualquiera de los miembros de su
equipo.
Entusiasmo
y empuje.- ¿Podría imaginar un
líder que no sea entusiasta? El entusiasmo es una fuente de motivación para las
personas que componen su equipo. El entusiasmo implica además interés por
realizar una operación determinada y la esperanza firme de que se realice a ¡la
perfección! Un líder ha de saber tener una disposición positiva aun cuando las
cosas vayan mal, de forma que demuestre que cualquier problema se puede
superar. Esto llevara a su equipo por encima de los estándares de la
mediocridad, conduciéndolos a la ¡excelencia!
Empatía.- Los líderes eficaces se interesan de
verdad por los miembros de su equipo, tratan de comprenderlos y se preocupan
por sus problemas profesionales y personales.
Desean que su personal se desarrolle tanto personal, como
profesionalmente. Constantemente
preguntan si alguno de los miembros bajo su cargo necesita ayuda.
Habilidad
social.- Es importante
aplicar este principio entre el grupo y desarrollar rápidamente un contacto
eficiente con todos y cada uno de los miembros de su equipo, en iguales
condiciones y proporciones. Al darse el
tiempo para conocer verdaderamente a su personal, podrá crear vínculos reales
basados en aspectos comunes, que redundan en eficacia en la solución de
conflictos y en resolver problemas tanto a corto como a largo plazo.
Experiencia
personal.- La experiencia es
la madre del éxito, por tanto, es de vital importancia que la adquiera
dirigiéndose a usted mismo y asegurarse de que cumple con lo acordado en cuanto
a disciplina, horarios, expresiones, dominio emocional, aplicación de los
principios de la inteligencia emocional, antes de intentar dirigir a un
grupo. Una vez empiece, no dude en
manifestar su inexperiencia en algunos puntos y logrará que su mismo equipo lo
forme y participe sus experiencias, ayudándolo a formar como líder. Todo depende de la aplicación de los puntos
anteriores.
Por último: El Ejemplo.- Si usted carece
de cualquiera de estos principios, pasa por alto su aplicación o duda de la
efectividad de ellos, estará predicando
lo que no aplica y será fácilmente
el hazmerreír de su equipo y, tenga en cuenta que, una vez perdida la confianza o el respeto…
¡Nunca los recuperará con ese grupo de personas, que siempre hablarán mal de
usted!
Recuerde que la aplicación de un
principio diariamente, crea disciplina; la disciplina genera el automatismo y
aquel … ¡La Maestría!
Fraternalmente,
Jorge Enrique
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