sábado, 1 de octubre de 2016

LA IMPORTANCIA DE LOS DEMÁS


Desde mucho tiempo atrás la humanidad inició un periodo de despersonalización, que ha ido dominándola hasta llegar a gobernar sus vidas casi completamente, con muy raras excepciones.
 
 Éste fenómeno toma cuerpo por una razón intrínseca, el conocimiento de que los demás son parte nuestra nos obliga a darles una importancia y un crédito que realmente no tienen objetivamente. Sin embargo, desde un nivel subconsciente aceptamos a los demás como jueces y críticos ante los cuales debemos rendir pleitesía.

Estamos hablando de la dependencia y el miedo que hemos generado en cuanto a la opinión de los demás respecto a nuestra forma de ser, de vestir. Nuestros gustos, tocante al color, aroma o sabor dependen mucho de las opiniones de las personas que nos rodean y, la mayoría de las veces, a nuestro pesar dejamos a un lado nuestro impulso, gusto, o idea; para llevar a cabo las que nos fueron sugeridas.
¡Cuántas veces Hemos seguido una carrera universitaria y nos hemos hechos profesionales en una materia que no nos gusta pero; que complacía a nuestros padres, familiares, amigos y en última instancia a nuestros vecinos! 
 
¿Cuántos estamos viviendo en este momento esta circunstancia?
¿Cuántos vivimos actuando en la vida y llevando en nuestro interior el resentimiento de no poder ser nosotros mismos?
¿Por qué la falta de autenticidad, de donde proviene esta especie de pandemia?
Como la mayoría de las cosas en nuestro medio, es un legado de nuestros ancestros.
Pero; ¿Porqué en pleno siglo XXI existen tantas víctimas de la opinión pública? 
 La únicas respuestas son: Carecemos de personalidad y desconocemos la acepción de independencia, personalidad y criterio.  O, simplemente no nos importamos a nosotros mismos.


Fraternalmente.

Jorge Enrique

1 comentario: