Nos
referimos a la acción de comprender lo que pasa y sucede y porque.
Tenemos
que entender que algo está pasando y tenemos la obligación de saber por qué.

Aplicando
los dones con que nos dotó la naturaleza, que por negligencia dejamos de usar, como el Pensamiento Crítico y el Sentido Común. Todos los días asistimos
a través de las noticias al caos en que está sumida la sociedad de nuestro país
y del mundo, los niveles de violencia social e intrafamiliar, consumo de drogas
legales e ilegales, robos, secuestros, estafas, violaciones, y demás desmanes,
van en franco aumento. Y por simple lógica, tiene que existir una fuente, un
origen de todo aquello. Y, dado que se está viendo en todos los estratos,
sociales, no nos queda otro remedio que entender que todo nace en cada uno de
los hogares del planeta. Que los hogares disfuncionales que cada vez son más
también, entregan “productos” contaminados con altos niveles de toxicidad
emocional, inmadurez, baja autoestima, quemeimportismo, vulgaridad,
depreciación y falta de criterio. Todo lo cual se traduce caos.
Si
comprendemos, que esto viene sucediendo sistemáticamente desde hace décadas,
podremos comprender también la degeneración de los políticos y con estos, de la
política misma en todos sus aspectos. El dolo, la rapiña, el manoseo de las
leyes, del erario público, las componendas, los compadrazgos, la bajeza de los
integrantes de los diferentes partidos políticos con sus muy raras excepciones,
dieron al traste con aquella vieja política de servicio, gobernando en aras del
beneficio de la patria y sus habitantes en general.
La
desfachatez de los senadores, diputados y asambleístas, las diatribas, las
vulgaridades, los históricos cenicerázos y demás desmanes en las televisadas
sesiones y debates de leyes corruptas o viciadas en su mayoría; nos permitieron
ver a quienes tenemos pensamiento crítico, sentido común y comprensión, que se
había llegado al límite de la descomposición social. Porque, si estos son los
gobernantes de un país, si estos son los hombres y mujeres que elige un pueblo
para que los gobierne, se comprende que son lo mejor de la sociedad de esa
nación. La pregunta que cabe es: ¿Si
estos son los elegidos, que calidad social, moral y cultural tienen los
electores?
Hablando
de comprensión, comprendemos y nuestro deber es hacer comprender también a
nuestros hijos, que por falta de una formación académica deductiva y práctica,
por falta de una educación formativa, criteriosa y de auto solvencia mental,
cognitiva y personal, millones de personas van a las urnas bajo el influjo de
una hipnosis colectiva, de una inducción a base de spots publicitarios, marketing,
escandalosas propagandas, repeticiones al cubo, chismes, descréditos, bajezas y
demás triquiñuelas utilizadas por los políticos, politiqueros y la plutocracia.
El resultado no puede ser otro que la elección de cualquier tipo de persona, ya
que generalmente no se vota por los proyectos de determinado candidato, si no;
por lo bien que le caiga a los votantes o por cuan profundo ha calado la sistemática
y alienante publicidad.
Suena
pueril pero es absolutamente cierto, ¡Y
TU LO SABES!
Si
podemos comprender todas estas verdades, podremos entonces comprender también
que estamos completamente equivocados y que hemos sido manipulados en todos los
ámbitos y de todas las maneras posibles. Al colmo de estar comiendo alimentos
envenenados con preservantes, desechos industriales como la gelatina y bebidas
que tienen altos contenidos de bloqueantes cerebrales como la Taurina y todos…
¡Bien gracias! Por otra parte, la mayoría de los miembros de la sociedad se
alimentan con noticias desayuno, almuerzo y cena, contraviniendo los principios
de nutrición básicos, que lo mejor los nutricionistas también han olvidado
-espero que no-.
Si
podemos comprender esto y a través de esto, todo lo demás que nos rodea,
comprenderemos la letal falla que estamos teniendo en materia de educación y
formación de nuestros hijos. ¡Punto!
Fraternalmente,
Jorge
Enrique
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