He hecho muchas sugerencias que espero te ayuden en tu despertar
espiritual. En último término, no hay nada fuera de ti que pueda ayudarte.
Tú
debes iniciar la acción. Comprende que, al hacerlo, trabajarás con frecuencia
contra tu propia programación personal y contra las normas de tu sociedad.
Tal
vez tus amigos no comprendan que prefieres quedarte en casa a meditar en vez de
reunirte con ellos para un aperitivo. Por añadidura, tienes una programación
personal, proveniente de otras encarnaciones, que pueden jugar en contra de tu
búsqueda de iluminación personal. Es decir, puedes haber vivido una existencia
en la que te encolerizaste con Dios y preferiste separarte de la energía
divina.
PuedeS haber vivido existencias en las que fuiste lapidado, quemado en
la hoguera o perseguido de otros modos por trabajar con el amor de Dios. Estas
vidas pueden formar en tu estructura
celular una resistencia que te impida rendirte a la obra de Dios o a vivenciar
su amor una vez más. No tomes en serio tu propia resistencia. Recuerda que es
sólo superficial. Tu resistencia a sido programada en tu mente y en tu cuerpo
físico. Pero eso es relativamente superficial, considerando la totalidad de tu
ser. No tomes a pecho tu resistencia.
Recuerda también
que tienes un ego. Tu ego no quiere que
sientas tu vinculación divina. Eso significaría que tu ego no es la autoridad
suprema en tu vida. Tu ego gusta de fingir que es él quien maneja tu vida. No
está dispuesto a perder su puesto de director de tu conciencia. Por lo tanto,
siempre ha de presentar resistencia cuando te alejes de la separación, de la
identidad individual, hacia la experiencia de unión con todo lo que es. Esta
unión es la verdad.
La separación es la ilusión. En realidad, eres uno con toda
conciencia. Tú ego se resistirá a esta
experiencia. No tomes en serio la resistencia de tu ego. Recuerda que no hace
sino cumplir con su función. En otras ocasiones hemos afirmado que puedes
entablar amistad con tu ego. Básicamente, tu ego quiere tu atención. Si y le
brindas la atención que requiere, no necesitará obtener esa atención manejando
tu vida. Puedes entablar amistad con
ego. Háblale. Pregúntale sus necesidades y satisfácelas. Has de tu ego un socio
en tu despertar espiritual.
Una vez que sea tu amigo podrá ayudarte. Puedes
divertirte con tu ego. Tu ego no es tu enemigo. Permítele el actuar como socio.
Entonces la resistencia ocasional que presente cuando avances hacia la
iluminación será, simplemente, una señal de que estás avanzando. Tu ego es
parte de tu equipaje como ser humano. No es necesario que lo aniquiles. No se
lo puede aniquilar. Simplemente, hace falta trascenderlo y entablar amistad con
el.
Fraternalmente,
Jorge Enrique
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